Papaupa y My Friend: una sesión con sabor a reencuentro

¿Quién no se quedaba pegado viendo El Club de los Tigritos cuando era chamo? Eso era sagrado en la casa… y entre esos rostros que marcaron nuestra infancia estaba ella: Erika Schwarzgruber.

Años después, la vida me regaló la oportunidad de conocerla. Desde ese día quedó sembrada una amistad que se mantiene con cariño, respeto y ese saludo que ya es código entre nosotros: “¡My friend!”

Cada tanto cae ese mensajito por WhatsApp:
—“My friend, hay que hacer fotos pronto.”
Y siempre que lo leo, ya sé que se viene algo especial.
Pero esta vez fue diferente. Me escribió y me dijo:
—“My friend, hay fotos con Papaupa… ¿has escuchado de ellos?”
Y yo con la risa lista:
—“¿¡Quién no ha oído Papaupa!? ¡Claro que sí, my friend!”

Volvieron a Venezuela, y necesitaban unas imágenes que tuvieran alma, que respiraran naturalidad. Así que nos pusimos manos a la obra.

Veinte minutos después de llegar al lugar sagrado —ese espacio donde siempre pasan cosas bonitas— ya teníamos el resultado. Todo fluyó rápido, sin mucho guion, como nos gusta.

Y bueno… entre foto y foto, no podía faltar el chiste malo del día:

¿Cuál es el colmo de un papá? ¡Comer Papaupa!

Michael Davis

Sí, lo sé. Pero my friend, a veces un mal chiste es lo que hace que una sesión tenga magia.

Así que aquí les dejo parte de lo que creamos: imágenes que nacen de una amistad real, de la música, de los recuerdos compartidos… y de ese gozo de seguir creando en casa, con los tuyos.